14 marzo, 2020
Me cuesta entender este mundo
con todas sus cicatrices,
con todas sus heridas abiertas
aún sin coser por falta de hilo,
por falta de manos que las cosan
durante este quirúrgico encierro
sin medicinas ni médicos,
sin libertad a la vista,
trabado en pensamientos recurrentes
que hacen sentir miedo
hasta a los que siempre se sienten
como hombres sin miedo.
Desesperación hija de estas tardes
que no se quieren acabar, nunca,
por este no avenir de acontecimientos
sin sombra de luz ni de color,
de poemas escritos en blanco y negro.
Atrapado en este infierno de música y soledad
se me iluminan recuerdos en la memoria,
que porque me costó entender el mundo
cuando se fue Leonard Cohen,
no sé cómo demonios lo comprenderemos
cuando se acabe Sabina.
Al triste noviembre de 2016
